martes, junio 21, 2005
Estoy indignadísima porque no sabía que en nuestra amada patria existían tantos intransigentes, homófobos y fascistas, que parece que lo único que tienen que hacer en su tiempo libre es tratar de restringir los derechos de las personas. Seguramente la mayoría de ellos están a favor de la Constitución Española, la misma que afirma que todos somos iguales ante la ley. Y esto lo que significa es que no importa qué comemos, qué programa nos gusta más o con quién nos acostamos. Como dice Prado (Preido) todos pagamos los mismos impuestos. Entonces, ¿por qué unos se creen con más derechos que otros?
Sólo quiero hacer una reflexión: imaginad una pareja con un hijo. Esa pareja se levanta, le prepara el desayuno, le lleva al colegio... Por la tarde le ayudan a hacer los deberes, juegan un rato al parchís y le acuestan. Por la noche, ven juntos la tele, y, si hay suerte, hacen el amor. Ahora imaginad que esa pareja está formada por dos personas del mismo sexo. ¿Hay tanta diferencia?
Contestad a las siguientes preguntas:
- ¿En qué os afecta, personal y directamente, que dos personas que se quieren, heterosexuales o no, se casen?
- ¿Preferís que un niño tenga dos padres o dos madres o un padre y una madre que le quieran o que sea fruto de un polvo sin condón, o de un matrimonio que le ha tenido para arreglar sus problemas?
- ¿Por qué se tiene que meter la Iglesia en algo que no les incumbe? ¿Acaso se manifiestan contra la ley antitabaco, los pisos de 30 metros o la LOGSE? El matrimonio entre personas del mismo sexo es algo civil, no eclesiástico.
- ¿Y dónde están esos curas cuando hay una manifestación contra los ataques a los derechos humanos, tipo la Guerra de Irak o el 0,7?
Un poquito de por favor... El país se debería centrar en cosas más serias. ¡¡Vivan las peras y las manzanas!!
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