De vuelta a los quince
Lo peor no fue ir al concierto, porque por lo menos me van a pagar por ello. Lo peor es que Rebe me llamó cuando estaba echando gasolina para pedirme que por favor entrase en antena porque les faltaban dos minutos para acabar el programa y había que rellenarlo con algo... Y lo hice, lo hice. Qué vergüenza, yo ahí, en medio de la gasolinera diciendo cosas como: "Sí, bueno, a mí antes me gustaba Brian, pero ahora reconozco que Kevin está mejor...". Diooooooossss.
La verdad es que el concierto no estuvo tan mal, aunque yo creo que fue por la mezcla de ídolos que por allí pululaban y la pequeña emoción que Ana y yo sentimos al verles salir. Por un momento, mi pequeña groupi de quince años saltó al primer plano. La de Ana yo creo que no pudo salir porque murió en cuanto vio a la foca monje en la que se ha convertido Nick Carter. Creía que nos iba a saltar un ojo con sus lorzas. Y eso que estábamos sentadas como a cincuenta metros...
A continuación os pongo la crítica que he hecho para la revista... Es bastante cruel, pero no podía ponerles mejor... snif!:
Lo que se esperaba: La ¿deseada? vuelta de cinco ex – ídolos de adolescentes. Había una gran mezcla de expectación y morbo. ¿Cómo estarán de viejos? ¿Podrán bailar como antes?
Lo que se vio: Unos ya maduritos Backstreet Boys intentaron volver a la cresta de la ola que dejaron hace cuatro años. El concierto estuvo dividido en varios bloques en los que las (pocas) canciones de su nuevo disco (Incomplete, Just want you to know) sonaron junto a éxitos como Backstreet’s Back, The Call o Quit playin’ games. Bailar, bailaron, aunque con unas coreografías tan simples que hasta Sara Montiel podría seguir. La proyección de videos recordando la carrera de los BSB hizo sentir nostalgia a más de una antigua fan, y sirvió para recordar que los años no pasan en balde. Y si no que se lo pregunten a los michelines de Nick Carter.
1 Comments:
dios, fue lamentable, lamentable...
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