viernes, septiembre 23, 2005

Otra historia de Mirta

En la revista me han dicho que me va a dar algo... Y es que acabo de leer otra historia de Mujer Gorda ("El amor viene en envase de medio litro"), en la que Caio, el hijo mediano que se pasa el día drogado, lleva a cenar a su nueva novia a casa. La chica tiene 22 años y está terminando la carrera de Derecho, algo que hace flipar a la familia. Aquí os pongo el momento en que se conocen...

"El timbre sonó a las nueve horas cero minutos. La Carmencita, además, era puntual. Salió a atender el Zacarías, que estaba de traje y engominado para atrás. Abrió la puerta con una sonrisa pero la cerró de golpe, como si hubiera visto un fantasma. Todos nos quedamos mirándolo. El Zacarías se apoyó contra la puerta, desconcertado, clavándole los ojos al Caio, no con odio, sinó más bien con miedo.
—¿Qué pasa, viejo? —le digo, mientras las ilusiones se me hacían añicos contra el suelo.
El Zacarías señala para afuera, donde seguramente estaría la chica esperando a que le abriéramos otra vez, y susurrando, nos da la mala noticia:
—Es... —no le sale la palabra, mira al Caio aterrado— ¡Es una enana, pervertido!
Todos lo miramos al nene.
—¿Y qué? —dice él— Ustedes porque me ven todos los días, pero yo también soy un enano... Si hace como cinco años que estoy atorado en el metro cuarenta.
—Hijo —le digo—, vos no sos enanito mi amor, vos lo que sos es petiso, que es distinto, es más prestigioso. Vos, por ejemplo, llegás solito al cajón de los cubiertos... Un enano es otra cosa, un enano tiene cara de enano... —lo miro al Zacarías y le pregunto, susurrando— ¿La chica esta tiene cara de enana o cara de gente?
—¡Terrible cara de enana! —me confirma mi marido, y lo mira a Caio— ¿Por qué siempre nos tenés que hacer cosas así, hijo de una gran puta? Yo no puedo cenar con una enana, no sé cómo tratarla, no sé qué decir...
—Tratála normal, papá —se enoja el Caio—. Por ejemplo, no la dejés esperando afuera, no le pegués un portazo en la cara, no hables bajito..., no la mires como si fuera un perro... No es complicado. Además yo la quiero por lo que tiene adentro —nos explica, y por un momento creo que el nene está madurando, pero no:—... ¡No sabés las tetas que tiene adentro!
—Papá, no seas troglodita —dice la Sofi—; abríle que está fresco, pobre enana.
—¡Carmencita se llama! ¡Carmencita! —corrige el Caio a la estúpida de la hermana.
Al final voy yo; aspiro hondo y le abro la puerta con una sonrisa gigante en la boca. Me la quedo mirando; ella también. Hay unos segundos incómodos donde no sé si agacharme a darle un beso, o esperar que ella salte, ¡ay, qué vergüenza!..."

3 Comments:

Blogger Superestrella said...

tia! tienes que hablar de la boda de farruquito!

4:40 p. m.  
Blogger praito said...

siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

5:39 p. m.  
Blogger praito said...

Por dios, qué increíble traje de la novia, el novio, el hermano, la tia, el payo y la paya... y el tio cabrón encima fue en caballo...

5:39 p. m.  

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